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El esquema de la Celebración Eucarística es el correspondiente al II Domingo del Tiempo de Cuaresma. Se puede añadir la Monición de entrada, las Peticiones de la Oración de los Fieles y la Bendición que aquí se sugieren:

Monición de entrada

En este segundo domingo de Cuaresma, caminando hacia la Pascua, dejémonos transfigurar en Cristo: «Levántense y no teman», y hagamos de la familia el puente de esperanza en la Iglesia y la sociedad.

Peticiones

Oremos, hermanos, al Padre de la misericordia, árbitro de nuestros actos y Dios que escudriña lo profundo de nuestros corazones, y, con espíritu contrito, pidámosle que escuche la oración de su pueblo penitente:

– Para que Dios conceda a sus fieles vivir estos días de Cuaresma con verdadero espíritu de penitencia y prepararse a celebrar con fruto el sacramento del perdón, roguemos al Señor.

– Para que quienes se han apartado del camino del bien y han muerto a causa del pecado escuchen en nuestros días de Cuaresma la voz del Hijo de Dios y vivan, roguemos al Señor.

– Para que Dios inspire sentimientos de caridad a los que tienen riquezas y multiplique los bienes de la tierra en bien de todos, roguemos al Señor.

– Por la familia, para que sea puente de esperanza en la Iglesia y la sociedad, transfigurando a cada uno de sus miembros, roguemos al Señor.

– Por las familias que están sufriendo las consecuencias de los sismos, particularmente en Siria y Turquía, para que la caridad cristiana los reanime en este dolor, roguemos al Señor.

– Para que las familias mexicanas, siguiendo el ejemplo de Abraham, sean un signo de esperanza y bendición para aquellos que viven apartados de la misericordia del Señor, roguemos al Señor.

Dios nuestro, que llamaste a la fe a nuestros padres de Israel, y a nosotros nos has concedido ser iluminados con la luz del Evangelio, escucha nuestras oraciones, y abre nuestros oídos, para que, escuchando siempre la voz de tu Hijo y aceptando en nuestra vida el misterio de la cruz, podamos alcanzar la gloria del reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición

Esta bendición puede usarse al final de la Misa, como una oración sobre el pueblo.

El celebrante, extendiendo las manos sobre las familias reunidas, pronuncia la siguiente fórmula de bendición:

Oh, Dios, creador y misericordioso restaurador de tu pueblo, que quisiste que la familia, constituida por la alianza nupcial, fuera signo de Cristo y de la Iglesia, derrama la abundancia de tu bendición sobre esta familia, reunida en tu Nombre, para que quienes en ella viven unidos por el amor se mantengan fervientes en el espíritu y asiduos en la oración, se ayuden mutuamente, contribuyan a las necesidades de todos y den testimonio de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén

Después de la oración de bendición, el celebrante añadirá siempre:

Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.

Todos responden:

Amén.